lunes, 3 de marzo de 2008

Trémulo y furioso

¿Dónde están amigos míos?
Qué os sucede
¿Qué razón infundada justifica su proceder?
Insensatos, ya olvidáis aquellas tardes sin sol,
Aquellas noches de nubes negras.

Ya no oigo sus pasos por mi acera
Ni siento temblar el cerco de mi casa,
Ya no traen melodías penosas, ni duendes, ni nada.

Actúo como sin nada ha pasado,
Pero en verdad, oh! Trémulos y lúcidos compañeros
Ya no cuentan con mi apoyo.
Ya no... ¡muy a mi pesar!

*febrero 2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aquí de nuevo, posando los ojos en la pantalla, sorprendida por la proximidad de estos textos a las cosas que viví alguna vez.
Hasta pronto.
Verónica.