El silencio es atroz aquí.
Nadie me ve ni me escucha.
El tormento es mi única comunicación con otro mundo.
Espero, es lo único que hago,
que pasen las horas
y alguien me saque de aquí,
espero... morir, vivir, gritar, amar.
Estoy aquí… ¿por qué estoy aquí?
Sólo pensé que tal vez
era posible soñar algo para todos,
para mí y mis soles ausentes.
No. Ellos no.
Yo estoy ausente.
Sin sol, ni luna, ni adiós.
30 mil soles apagados.
Sin paz.
*Octubre 2008
Derechos reservados. Para publicar citar fuente y autor.
Nadie me ve ni me escucha.
El tormento es mi única comunicación con otro mundo.
Espero, es lo único que hago,
que pasen las horas
y alguien me saque de aquí,
espero... morir, vivir, gritar, amar.
Estoy aquí… ¿por qué estoy aquí?
Sólo pensé que tal vez
era posible soñar algo para todos,
para mí y mis soles ausentes.
No. Ellos no.
Yo estoy ausente.
Sin sol, ni luna, ni adiós.
30 mil soles apagados.
Sin paz.
*Octubre 2008
Derechos reservados. Para publicar citar fuente y autor.
1 comentario:
Compañero....me encanto este tributo a los ausentes, pero hay que seguir y tu lo estas haciendo con tus letras.
Un gran abrazo
Manolo Sáenz
Publicar un comentario