miércoles, 9 de julio de 2008

Desayuno alcohólico


Lástima que te fuiste
Lástima que ya no estés aquí.
El silencio es atroz,
Se lo oye desde la ventana del cuarto,
Desde las afueras del recinto gris.

Parece que nada podemos lograr
Sin antes haber amado, sin antes haber sufrido.
El alcohol a veces tiene un sabor triste,
Y a veces coloca estrellas donde van.

Quizás las montañas son altas por alguna razón,
O simplemente Dios es un ser caprichoso y egoísta.
Ahora entiendo porque nunca terminaste ese escrito infernal,
Ahora entiendo porque esa novela quedó inconclusa,
Escondida detrás de los versos mas audaces.

*Julio de 2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Matías, el alcohol no tiene que ser escape para olvidar amores, sino para conseguirlos...