viernes, 4 de julio de 2008
Él, solo
Las catástrofes se alzan a la mar,
un incauto peatón pasea triste por el camino arbolado.
Ya despertó sin querer un pequeño retoño gris,
y también gimió el hombre aquel.
Es verdad que aún no ha comenzado
el sendero catalán, turbio.
Pero la ansiedad no espera
ni comenta al pasar si vendrá o no
a edificar parálisis corpóreas.
Otra vez ha fracasado,
sin embargo sus ojos brillan,
sus labios de carne y miel
aparecen y se van,
Apenas llegue el tipo de la corona de espinas.
Sangra...
*febrero 2008
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